Todo esto ha sido realizado en Regent Street (Londres), una de las calles más conocidas del Reino Unido, ante la atenta mirada de la gente que pasaba y se quedaba aterrorizada al ver con sus ojos lo que estaba pasando. Jacqueline Traide, una activista de 24 años de edad, se ofreció para realizar una representación en el escaparate de Lush, una conocida tienda de cosmética, para que la gente pudiera ver como se sienten los animales cuando se experimenta con ellos.
Con una cuerda atada a su cuello la arrastraron hacia un banco , era la hora de comer para Traide y como se puede ver la expresión de su cara sólo reflejaba terror. Todo esto se iba a realizar con la boca bien abierta gracias a dos ganchos de metal unidos por una cuerda alrededor de su cabeza.

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