Poltergeist: Tras las tragedias que vivieron los protagonistas del filme, muchos señalaron a la película como maldita. Lo cierto es que se produjeron muertes. La protagonista Heather O’Rourke murió justo antes de estrenarse la tercera entrega por una estenosis intestinal. Quien interpretaba a su hermana, Dominique Dunne, también falleció en manos de su novio, días antes de cumplir 23 años. El cuerpo de ambas actrices descansa en el mismo cementerio.
El terrorífico anciano que fungía de sacerdote en Poltergeist 2, Julian Beck fue hospitalizado apenas terminado el rodaje, y murió de una extraña enfermedad semanas después. El actor de origen indio, Will Sampson, también encontró la muerte por cáncer.
La Profecía: Mientras se rodaba la película, Richard Donner, el director del filme, fue visitado por Anton La Vey, el fundador de la iglesia de Satán, quien le advirtió que se suspendiera el rodaje, ya que el guión de la película era, supuestamente, muy peligroso. La Vey lanzó una última advertencia, que habrían muchas muertes inexplicables. Al poco tiempo, los padres de Donner fallecieron extrañamente y también su hija pequeña y un hermano. Para los inicios del rodaje, Gregory Peck y el guionista, David Seltzer viajaron en dos vuelos distintos hacia el Reino Unido. A ambos aviones les alcanzó un rayo. En tanto que el productor Harvey Bernhard, estando en Roma, casi fue alcanzado por un rayo. El director Richard Donner sufrió un accidente de auto y poco después se alojó en un hotel en el que explotó una bomba. Además, John Richardson sufrió un accidente de tráfico en una carretera, justo al lado de un cartel que señalaba el nombre de una localidad a 66,6 Km. de distancia.
El bebé de Rosemary: Roman Polanski, director del filme que ya había incursionado en temáticas oscuras y sobrenaturales, contó la historia de una chica embarazada que lleva en su vientre al hijo del diablo. Se dice que habría sido asesorado por Anton LaVey, el fundador de la Iglesia de Satán, y que esto enfureció a las sectas. La tragedia no tocó a los protagonistas, pero sí a Polanski, quien sufrió la perdida de su esposa, la actriz Sharon Tate, y cuatro de sus amigos. En 1969, Charles Manson y algunos seguidores irrumpieron en la casa del cineasta y asesinaron a cuchillazos a su Tate, que había hecho un cameo en la película. Se dice que los asesinos apuñalaron al bebé que venía esperando por siete meses.
Charles Manson y sus satánicos amigos llamaron al episodio “Helter Skelter”, en honor a una canción de los Beatles. El lugar del asesinado era Dakota Building, un edificio que señalaban como maldito, el mismo donde filmaron la película, y en el que encontró también la muerte, paradójicamente, John Lennon, asesinado en 1980.
El Exorcista: Se dice que a lo largo de la producción y rodaje hubo muchas desgracias “casuales”, en el reparto y el equipo de producción. Muchos señalaron los rumores como estrategias de marketing, sin embargo algunas de las muertes sí fueron reales. Jack McGowran falleció, seguido de Burke Dennings, quien también encontró la muerte tras fingir su deceso en el filme. Entre otras cosas, uno de los sets de filmación se quemó inexplicablemente, retrasando la filmación por seis semanas, el inexplicable incendio fue en los decorados de la habitación de la niña. Tambien murieron el abuelo de Linda Blair, y el hermano del protagonista masculino, Max Von Sydow. El hijo del actor Jason Miller, que interpretaba al padre Karras, sufrió un grave accidente de moto que casi acaba con su vida.
El Cuervo: El protagonista, Brandon Lee, hijo de Bruce Lee, murió en este rodaje. La película pudo terminarse por medio de un doble, escenas oscuras y computadora, y se presentó como un homenaje al actor, que murió, como su padre, en la cima del éxito. Cuando por fin el mundo cinematográfico le brindaba una gran oportunidad y le permitía alejarse de las comparaciones con su padre, Brandon caía muerto en el escenario víctima de un disparo accidental perpetrado por una Mágnum 44 (una bala de verdad, en lugar de una de fogueo, estaba instalada en el tambor sin que nadie se hubiera percatado) al rodar la escena donde Draven era baleado por el antagonista, Funboy. Su deceso fue considerado oficialmente como “accidental”. Pese a ello, muchos piensan en la muerte de Brandon como un asesinato movido por un ajuste de cuentas por parte de las Triadas de Hong Kong, que amenazaron de muerte a Bruce Lee y a su estirpe por revelar secretos de sus legendarias técnicas marciales.
Holocausto caníbal: Originó el mito de que todos los eventos de la película son reales, algo así como una película snuff disfrazada. Los críticos señalaron que los actores habían sido asesinados en para alcanzar una producción realista. La verdad es que sí se produjeron asesinatos, pero no exactamente a personas, sino a animales. Algo que tiempo después llevo al director del filme a la cárcel.