lunes, 31 de marzo de 2014

Primeros guayos de Zúñiga los pago por cuota



A la tía Mariela no le quedó más remedio que fiar unos guayos "de marquita" en la tienda El Caminante y pagarlos por cuotas, pues los zapatos no le duraban más de 15 días a Juan Camilo

La mujer se sonroja al recordar también que, muchas veces, le tocó empeñar el televisor y el equipo de sonido para enviarle dinero al muchacho que, en 1999, hacía parte de las divisiones menores de Atlético Nacional.
Su otra tía, Gloria Zúñiga Mosquera, suelta una carcajada antes de contar que la abuela Graciela Correa tuvo que romper su alcancía, por allá en 1990, para comprarle una pelota de plástico al futbolista en ciernes. Y es que Juan Camilo le estaba pidiendo al Niño Dios un balón y en vez de eso le trajo un carro de policía "que mandó al carajo de una patada".

Dos décadas después las tías paternas del jugador de la Selección Colombia coinciden en que valió la pena tanto esfuerzo, "porque ese niño es una bendición de Dios, es el que nos da el pan diario y representa el orgullo de esta familia".
Ambas lo mantienen en oración, le recomiendan a diario medicamentos caseros para que ponga en forma su rodilla y son unas convencidas de que estará en el Mundial de Brasil-2014, porque "desde niño ha sido calidoso y jamás ha perdido la fe".

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